domingo, 29 de marzo de 2009

Falencias Actuales

Desde la creación e implementación de la Reforma Administrativa a la fecha han pasado 35 años y los anhelados frutos de la descentralización aún no son posibles verlos como se esperaba. Con la llegada de la democracia se logró un gran avance en el plano de la relación Estado – ciudadanía hecho que se ve reflejado principalmente en las elecciones de sus alcaldes y concejales en sus comunas, además de una serie de medidas que van en apoyo de las regiones y municipios, sin embargo son diversos los factores que impiden que la descentralización y desconcentración sea efectiva, es por ello que a través del siguiente esquema se dan a conocer las principales falencias que impiden una efectivo desarrollo en esta materia para el país:





Como se puede apreciar, estos tres factores hacen imposible desarrollar el proceso de descentralización como se esperaba.

Obviamente el factor político es el que más está relacionado con todo este asunto y he aquí una discordancia entre lo que se quiere lograr y el sistema de gobierno que opera en el país, debido a que al estar insertos en un Estado Unitario se hace imposible que las regiones ejerzan las mismas facultades con las que actúa el poder central.
A pesar de que actualmente se la ha dado más importancia a los Gobiernos Regionales y a los Municipios con una serie de medidas que van en apoyo de una mayor autonomía, las preferencias de localización locales quedan sometidas a decisiones que se siguen tomando desde afuera, como se observa en la ampliación de las termoeléctricas de Quillota a pesar de la profunda oposición local, encabezada por el alcalde, la máxima autoridad local (Negrete y Warner, 2001-2002: 386).

Tal situación se ve condicionada por una supuesta falta de confianza a la capacidad de gestión de las autoridades, ya que éstos podrían tomar decisiones que pongan en riesgo el desarrollo que tiene presupuestado el gobierno nacional, es por ello que al no poder realizar las gestiones que le logren dar una mejor calidad de vida a sus habitantes, la población responde con una escasa participación ciudadana puesto que no tienen la confianza en sus autoridades y que hoy en día se puede apreciar claramente en la alta cifra de personas no inscritas en los registros electorales.
Por otra parte, el excesivo centralismo político existente en nuestro país también siembra algunas dudas respecto a la consolidación del proceso descentralizador, ya que los requisitos establecidos respecto a la elección de candidatos reflejan la escasa importancia al compromiso con la comuna o región. Este hecho se ve reflejado principalmente en la elección de diputados y senadores, quienes se postulan a un determinado distrito porque tienen sus casas de descanso o veraneo en tal localidad mientras la mayor parte de su vida en el año la hacen en Santiago, lo que lleva a estos candidatos a no empaparse de la realidad existente en el lugar y por tanto a no comprometerse a fondo o “jugársela” por su distrito.

Por otra parte destaca la importancia que juega la ciudadanía en la consolidación de la descentralización del país. Por mucho que el Estado promulgue leyes o genere mayores beneficios a las regiones extremas, si los habitantes que se sitúan en la zona central de Chile no deciden emigrar hacia estas otras áreas, poco o nada se puede hacer para lograr una homogeneidad en la distribución de la población del país, puesto que por el actual estado de estabilidad económica nacional (no tomando en cuenta la reciente crisis) es difícil que familias consolidadas se arriesguen en busca de mejores oportunidades hacia las regiones extremas teniendo en cuenta que en la zona central tienen una mayor diversidad de servicios, educación, salud, empleos y mejores condicionantes para llevar una óptima calidad de vida. Mientras que por otra parte el sentimiento de arraigo por su comuna o localidad también influye a que las personas no emigren hacia lugares muy distantes de su núcleo familiar.

Y por último se destaca la importancia de la globalización respecto al factor económico pues con el sistema de libre mercado imperante tanto el sector público como privado optan por localizarse en sectores donde pueda obtener la mayor cantidad de beneficios y la menor cantidad de costos para poder exportar sus productos, por lo que la relación entre el lugar de producción y puerto es fundamental a la hora de entender el por qué de la disparidad entre las regiones con mayores recursos y aquellas más pobres, como es el caso de la región de Antofagasta en comparación con la región de la Araucanía, lo que sumado a la falta de tecnologías para producir materias primas con un sello adicional que sea exportable y la falta de personal especializado hacen crecer cada vez más esta brecha entre regiones y generando un crecimiento dispar contrario a los principios del Estado volviendo a lo planteado respecto a las facultades que se les debían dar a las regiones.

Sin duda que las diversas modificaciones constitucionales que se han hecho para reforzar el proceso de descentralización y desconcentración en Chile han sido efectivas para regularizar la situación en que se vivía antes, pero a la vez nos lleva a cuestionarnos si realmente las medidas realizadas han sido las correctas puesto que a pesar de que llevamos mas de 3 décadas (de ellas la mitad en democracia) aún sigamos teniendo problemas que se ven difíciles de solucionar a corto plazo.
¿Será la falta de tecnocracia el problema fundamental o simplemente la forma y extensión del territorio nacional es la responsable que el proceso no se desarrolle como se espera?


Respecto a estas tareas pendientes, recomiendo el artículo La Descentralización en Chile: asignatura pendiente de los autores Mario Waissbluth y Cristian Leyton.

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